Apoyo a personas en situación de riesgo o exclusión social para sacar el permiso de conducir tipo B.
Cuando leí la actividad de esta semana lo cierto es que esto fue lo primero que se vino a la cabeza porque fue algo que vi en directo, si bien era en sus inicios y bajo otro organismo, pero lo cierto es que encontré que no sabía responder a algunas de las preguntas que se hacían sobre el tema.
Apoyo a personas en situación
de riesgo o exclusión social para sacar el permiso de conducir tipo B.
Yo no era parte activa del
programa. Trabajaba en un aula de informática propiedad del Grupo Gallego
Asociativo de Enfermos Crónicos. Dicho grupo tenía un convenio con Servicios
Sociales, de tal modo que el ayuntamiento podía organizar actividades en el
aula, corriendo con los gastos de monitores y materiales, y las asociaciones se
reservaban unas plazas preferentes en cada taller abierto. Este no lo era. En
este yo sólo tenía que abrir el aula y ayudarles a entenderse con el ordenador.
Las alumnas, todas mujeres,
venían con sus monitores del curso a hacer test. En aquel entonces el curso
estaba dirigido sólo a mujeres que o bien eran familia monoparental,
principalmente por haber abandonado a su pareja por malos tratos, o pertenecían al colectivo gitano.
Lo cierto es que no recuerdo
el año o las fechas exactas ni tampoco sé las horas reales que empleaban
entonces. Al aula venían dos horas una mañana a la semana y aunque se les indicó el horario libre del aula (es
decir las horas en las que el aula estaba abierta a todos los públicos) sólo
una de ellas vino a hacer test en ese horario. La recuerdo bien porque era una
vecina del edificio, un bloque de viviendas sociales, y tanto ella como sus
hijos eran usuarios habituales.
Creo que la iniciativa era
buena. Yo misma acabé por sacar el carnet porque cuando perdí ese trabajo las
ofertas que encontraba lo pedían. Además teniendo en cuenta las circunstancias
de las alumnas, les brinda de una movilidad autónoma.
En contra, creo que la medida
estaba un poco coja porque no venía con una ayuda real para poder acceder a un
vehículo en el caso de que no lo tuviesen. Y tal vez tampoco ayudaba que el
horario libre de acceso que tenían a los ordenadores no era muy compatible con
ser familia monoparental.
Ahora esa aula está cerrada, y tampoco he encontrado que en la actualidad el ayuntamiento mantenga este servicio, pero sí he visto que Cáritas gestiona en la ciudad algo parecido, con una subvención de fondos europeos.
En este caso está dirigido no
tanto a la autonomía personal como al mundo laboral, ya que sólo lo ofertan a
personas que ya hayan participado en otro de sus cursos de
integración laboral y que van desde construcción, informática, artesanías,
hostelería y cuidado social. En ese aspecto su público es mucho más amplio. Eso
sí, los cursos que serían habilitantes para hacer este, están destinados a “personas
con dificultades para integrarse en el mercado laboral”. Creo que en ese grupo
entra la mayor parte de los colectivos que ocupan este curso. Tengamos en
cuenta que Cáritas ayuda sobre todo a personas en el ámbito de la pobreza.
Otra diferencia es que su horario parece mucho más amplio, ya que se
oferta dos horas de lunes a viernes. Sin embargo, no encuentro que incluya la
matricula del examen, de modo que parece funcionar como una autoescuela, o un
apoyo a la misma.
Creo que a la hora de buscar trabajo,
además de que poseer el carnet puede ser un requisito, el
desplazamiento tiene un peso importante para permitir buscarlo más lejos
o adaptarse a un horario no comercial, así
que considero que es una buena práctica.
El problema que le sigo viendo es la ausencia de una ayuda de acceso a un
vehículo. Si puedes tener un coche de empresa bien, pero en otro caso, la
compra de un vehículo, incluso de segunda mano, puede estar fuera del alcance
de la persona que acude a este curso en lugar de pagar una autoescuela.
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